No estas allí... sino aquí

No recuerdo lo último sino lo primero, lo primordial
Recuerdo un fuentón, un patio pequeño y un patito feo...
Y vos a mi lado, abuelo, haciendo morisquetas y contando historias maravillosas.
Esa escena con el paso de los años se traslado...
A los cafés de charlas interminables sobre el big bang
A la sobremesa de postres con risas y cuentos
A las vueltas en auto a una velocidad exasperante
A las partidas de ajedrez que nunca me dejaste ganar
También a la compañía... y al silencio cuando ya no quedaban palabras, mientras te acariciabas por varios minutos las cejas y hablabas con tus muertos.

No te recuerdo como si estuvieras allí... sino que estas aqui, en mi historia, en mis relatos...