Eran una masa universal
Se miraban, se acariciaban, se deseaban
hasta la confusión de quien era quien.
hasta la confusión de quien era quien.
Se fundían y confundían en una misma fuente…
Se conectaban, se soñaban, se pensaban
Se encontraban, reencontraban una y otra vez, hasta el hartazgo...
Se amaban y odiaban… circularmente.
Creaban su caos, su armonía,
su mundo, su universo…
sin tiempo, sin espacio, sin otros.
sin tiempo, sin espacio, sin otros.
Reflejaban uno en el otro, sus felices imagenes
Eran espejos, almas, contrapartes…
Y un día se dijeron:
“Ya no quiero así,
“Ya no quiero así,
jamás volveré a amar a alguien como a vos,
ni siquiera a vos misma/o”…
ni siquiera a vos misma/o”…