cierta calma sobrevino en la mañanas.
Tu nombre ya no hace ecos en los rincones,
las noches se convirtieron en cuentos que terminan bien
Mis ojos ya no sueñan imposibles…
y el café ya no sabe a lágrimas
El silencio aunque expectante y mudo, me lo contó todo…
Sé que estás, pero te prefiero así,
sin palabras, sin ruido, sin voz/vos
en silencio...